Alpes 2008: Italia, Suiza y Francia ***AÑADIDO AL INDICE***

Iniciado por Mikel_24, Agosto 25, 2008, 11:44:13 am

Tema anterior - Siguiente tema

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

Mikel_24

Agosto 25, 2008, 11:44:13 am Ultima modificación: Octubre 05, 2021, 19:33:43 pm por Kenar
Hace dos años estuve por primera vez en Alpes. Aquella expedición salió un poco rana. Nos volvimos mucho antes de lo esperado por el mal tiempo, quemados por el sol y hartos de holgazanear por Chamonix sin hacer nada productivo. La furgo de Manu se había quedado sin pastillas de freno, coincidía con fiestas locales y no podíamos repararla allí mismo, etc. Además nos comimos un vivac a 4000m en una cueva de nieve que tardaré bastante en olvidar. Lo único que hicimos fué el Mont Blanc por la ruta de los 4000 pero sufrimos mas que disfrutamos. No habíamos asimilado aún la filosofía que impera en Alpes: Si llevas saco de dormir, picarás noche. Sal de noche, lleva poca cosa y corre como el diablo.

Este año nos las hemos apañado para cuadrar las vacaciones e irnos unos cuantos días a Alpes. Alpes es un término muy genérico que abarca varios macizos y multitud de montañas, así que trataré de explicarlo un poco mejor.

Siendo tres personas, nos dividimos las tareas de búsqueda de información en otras tantas zonas. A mi me tocó Italia, a Manu le tocó Suiza e Iñaki se encargaría de Chamonix.

El día 25 de julio a primera hora de la mañana empezamos a cargar trastos en la furgo, procurando que entrase todo lo que tenía que entrar. A media mañana se obró el milagro y conseguimos meter toda nuestra ropa y material de manera ordenada en los armarios. No nos libramos de llevar las mochilas vacías y una bolsa de buceo con ropa impermeable en la bandeja, pero al menos no íbamos con todo tirado por ahí. No cabía ni un garbanzo.
*imagen borrada por el servidor remoto

Arrancamos después de comer y llegamos a Pont-Valsavaranche (Italia) el día 26 tras haber cruzado el tunel del Mont Blanc (caro de cojones dicho sea de paso) y haber soportado múltiples caravanas en la carretera de acceso al mismo. A raiz del evento acontecido hace años donde se incendió el túnel por un accidente múltimple y murieron casi 200 personas, el tráfico es regulado. Te sueltan con cuentagotas, no puedes pasar de 70 y la distancia de separación entre vehículos es de unos 150m. En horas punta (como llegamos nosotros) puedes tardar hora y media en entrar al tunel.

Valsavaranche es un pueblecito perdido de la mano de Dios al fondo de un valle donde hay poco mas de tres casas, un aparcamiento, un camping y un hotel/restaurante.

Allí pasamos noche tranquilamente y al día siguiente, tras hacer las mochilas y jurar en hebreo un par de veces, arrancamos hacia el refugio Vittorio Emanuelle. Hacer las mochilas es un proceso mecánico e iterativo. Primero lo sacas todo y lo pones en una esterilla, lo miras, lo remiras y lo tratas de meter en la mochila. No entra o si entra, pero pesa mucho. Lo sacas todo. Quitas algo. Vuelta a empezar. Y así sucesivamente...


El camino hasta el refugio Vittorio Emanuelle no es complicado y está siempre concurrido. Apenas dos horas separan el parking del refugio y hay gente que sube y baja en el día.
*imagen borrada por el servidor remoto

*imagen borrada por el servidor remoto

*imagen borrada por el servidor remoto

Cuando llegamos allí nos encontramos con este personaje que entiendo que a muchos os sonará aunque solo sea de verlo en los periódicos.
*imagen borrada por el servidor remoto

Se trata de Juanito Ollarzabal. La persona con mas ochomiles del mundo en su haber. Para cuando llegamos ya se había calzado, pero me chivaron que había estado sin calcetines un rato. No es que me de ningún morbo especial ver unos dedos... o mejor dicho... NO VER UNOS DEDOS amputados, pero coño, tiene que impresionar. Estuvimos hablando un rato con el y nos contó que el y un compañero estaban trabajando de guías para subir un grupo al Gran Paradiso con idea de aclimatar antes de atacar el Mont Blanc por la ruta de los Cuatromiles (desde Francia).

Una vez allí nos dedicamos a comer, beber y descansar. Es importantísimo beber cantidades ingentes de agua para favorecer la aclimatación.
*imagen borrada por el servidor remoto

En Alpes se madruga. Cuando digo madrugar... quiero decir madrugar. Pero no "madrugar" en el sentido de "me levanto a las 6 de la mañana y arranco a las 7", sino en el sentido de "ceno a las 19:00 a las 20:00 estoy tratando de dormir y me levanto a media noche para arrancar a la 1 de la mañana". En este caso no apuramos tanto y salimos a las 4 (es un monte corto y sencillo).
*imagen borrada por el servidor remoto

Al día siguiente madrugamos y arrancamos los primeros. A una incómoda morrena glaciar (rocas) le siguió una no menos incómoda zona de placas de rocas pulidas y finalmente el glaciar. Nos pusimos los crampones al tiempo que nos quitamos las linternas frontales.
*imagen borrada por el servidor remoto

Detrás nuestro y a no mucha distancia veíamos mas cordadas que se habían aprovechado de nuestras huellas y nos pisaban los talones.

Nuestras prisas por llegar los primeros estaban justificadas porque las únicas dificultades de este monte se concentran en los últimos 50m y negociarlos con guías y clientes pisándote los talones no es cómodo ni recomendable.
*imagen borrada por el servidor remoto

Aquí tenéis a Iñaki dándolo todo para no escoñarse ladera abajo. En la pared se aprecian algunos anclajes fijos (parabolts) que nosotros no usamos porque mas que ayudar, estorban y ralentizan. En invierno o con hielo tendrían su sentido, pero ahora mismo solo ayudan a que los guías franceses se hagan todavía mas la picha un lío con sus clientes taponando los pasos críticos.
*imagen borrada por el servidor remoto

*imagen borrada por el servidor remoto


El camino de bajada fué... eso, de bajada. Tranquilo y disfrutando del solete que ya empezaba a dar en las palas de nieve. Nos cruzamos con muchísima gente que había empezado mas tarde o ido a un ritmo mas lento.

En el refugio rehicimos las mochilas, recogimos el material que habíamos dejado allí la noche antes y nos bajamos de nuevo al parking.
*imagen borrada por el servidor remoto


Contraviniendo la claúsula de no quitarse los gallumbos hasta que se quedasen solos de pié, nos dimos una ducha en el camping y arrancamos en dirección a Courmayeur (vertiente Italiana del tunel del Mont Blanc).

Pero eso os lo cuento en un nuevo post.

Un abrazo,
Mikel

Mikel_24

Segunda parte....


Tras bajarnos del Gran Paradiso nos fuimos a Courmayeur para informarnos del estado de la vía normal italiana al Mont Blanc. Allí nos dijeron que desgraciadamente tanto el refugio Gonella como el acceso al mismo estaban en obras. Parece que un alud de piedras se llevó por delante parte del equipamiento fijo al estilo vía ferrata que había por allí. Desde Italia nos ofrecieron dos alternativas: Subir por la arista Innominatta o tirar desde el vivac Quintino Sella. La Innominata la teníamos en mente pero hacía demasiado calor (nieve inestable) y no habiéndonos informado previamente de la vía desde el vivac Quintino Sella no teníamos ni puta idea de lo que podríamos encontrarnos. Nos avisaron de que era escalada mixta en nieve, hielo y roca pero no nos dijeron mas. Cambio de planes, el Mont Blanc desde Italia habría de esperar.

Nos dirigimos a Suiza donde nos instalamos en el camping de Tasch a pocos km's de Zermatt. Zermatt es un enclave curioso. Situado muy alto y al final de un valle, es el punto de partida de muchos esquiadores en la estación blanca y de multitud de montañeros en época estival. Entre otras cosas choca mucho porque allí se encuentran tiendas de lujo donde puedes comprarte desde un Rolex, a un abrigo de visón pasando, como no podía ser de otra manera, por las prendas de la última colección de diversas marcas de moda. Las tiendas de montaña tampoco faltan y sorprende no encontrar precios desorbitados en sus artículos. Lo que también llama mucho la atención es que no hay coches con motor de explosión. Nada de derivados del petróleo, son todos eléctricos. Además solo puedes llegar con tu coche hasta Tasch, viéndote obligado a coger autobus, tren o taxi para alcanzar Zermatt.

Por allí no hicimos mucho mas que pasear, comer creppes y tomar coca colas (servidas por un camarero de Menorca... ¡lo que son las cosas!).

Aquí nos tenéis a Iñaki y a mi en pose empalagosa bajando en el trenecito que sube a Zermatt.


El día que tocaba aproximar al refugio nos levantamos sin prisa e hicimos las mochilas pensando en lo que nos podíamos encontrar un poco mas arriba.


Hecho esto cogimos un nuevo taxi hasta Zermatt y de allí un tren turístico de Gornegrat (caro de cojones) que habría de llevarnos hasta la estación de Rotenboden a 2815m. En esta imagen podéis ver la estación y también la situación del refugio Monte Rosa Hutte SAC a 2795m de altura. "Hutte" debe de significar refugio, como podéis ver aquí se comen la cabeza lo justo para bautizar las cosas, ¿eh?


Desde la estacíón de Rotenboden teníamos que bajar unos 300m, cruzar el glaciar y volver a subir al refugio. En la siguiente foto se ve el glaciar y comentar que el refugio está aproximadamente a la derecha de mi visera y una gotita mas abajo(mirando la foto tal y como está, es decir, de frente).


Manu e Iñaki entrando en la primera parte del glaciar


Iñaki y yo a punto de entrar en la segunda parte del glaciar.


Iñaki haciendo equilibrios entre las grietas del glaciar. Gracias a Diois estaba muy abierto y era puro hielo. En contra de todo pronóstico no patinaba en absoluto y tenía una textura muy áspera. No nos pusimos los crampones mas que en un par de ocasiones a la ida. A la vuelta ni los sacamos de la mochila.


Mis botas y lo que te puede pasar si metes la patita donde no debes...


Llegar al refugio nos costaría como tres horas y pico. Horario a tener en cuenta a la vuelta para enganchar el último tren que baja a Zermatt.

Ultimas rampas antes del Monte Rosa Hutte.


Una vez en el refugio hicimos lo de siempre. Sacar toda la comida de las mochilas, cambiarnos de calzado (en los refugios hay zuecos de goma o chancletas para cambiarse) y holgazanear hasta la hora de cenar y dormir.

Aquí una foto del glaciar del Monte Rosa visto desde el refugio. Y de premio una jamona tomando el sol (Azu, si lees esto no te piques... ¡que te seguimos queriendo igual!). Era otro grupo de españoles bien majetes.


Para las chicas aquí dejo al apolíneo Iñaki en su pose mas arrebatadora. Yo estaba por ahí detras pegándome con el infiernillo (MSR Pocket Rocket por si alguien tiene curiosidad) para preparar algo de comer.


Y para los facultativos, dejo algunas fotos de como teníamos los pies a estas alturas. Primero los de Manu, que como podéis ver sufren las secuelas de un accidente con la bici que casi le cuesta el pié.


Y ahora los míos, que gracias a Dios solo estaban marcados en las espinillas y porque en el Gran Paradiso me columpié apretando las botas. Dos trozos de Comfeel, esparadrapo y no quitarlo en dos semanas (casi casi con soplete). Solucionado.


Iñaki iba con los talones jodidos, pero de eso no hay foto. Se ha convertido en el rey del Compeed y del Leukoplast.

Caminar con bota gorda sobre roca y hielo es incómodo y además las altas temperaturas y la calidez de las botas son mala combinación. Hay quien para las aproximaciones lleva un segundo calzado tipo zapatilla, pero habida cuenta de las mochilas que llevamos, no parecía muy lógico añadir tres kilos mas a la chepa.

Al día siguiente madrugamos bastante mas que en el Gran Paradiso. Nos levantamos a la 1 de la mañana y para las 2 estábamos caminando. De noche hicimos pocas fotos y esta es una de ellas.


La grandísima putada es que la tarde que llegamos llovió con ganas y lo que en el refugio era agua, mas arriba era nieve. Las huellas de los días previos se borraron, haciendo muy trabajoso el abrir una nueva. Para mas cojones esta vez también había que cruzar un glaciar con grietas y estaban tapadas por la nieve.
Como yo soy el que menos pesa, me toca ir el primero... así que imaginaros la gracia que me hace.

Aquí también salimos los primeros junto con la otra cordada de españoles. Nos desgastamos mucho durante los dos primeros tercios de la ascensión abriendo la puta huella, así que les dejamos pasar delante y nos tomamos un respiro. Respiro que aprovecharon otras cordadas (mayormente guías y clientes) para adelantarnos.

Cuando habíamos dejado atras las innobles palas nevadas, a unos 4400m, Iñaki, que venía detrás mio, me dijo que no se encontraba nada bien, que le dolía la cabeza y que estaba fatigado. La altura tenía la culpa, de eso no hay duda. Manu estaba bastante mas arriba con la otra cordada de españoles y yo estaba dispuesto a bajarme con Iñaki cuando parte de la cordada de españoles que nos precedía nos alcanzó. Estaban descendiendo porque uno de sus integrantes no se encontraba bien. Iñaki se unió a ellos y yo continué. De no haberse bajado con estos chicos, me habría bajado con el. No es seguro estar solo en estas montañas y menos habiendo grietas glaciares.

Continué a buen paso y tras adelantar un par de cordadas guiadas alcancé a Manu y su nuevo compañero "Flipa" (no, yo no le puse el mote, venía con el).

Para no variar en el Monte Rosa, al igual que en el Gran Paradiso, las dificultades se concentran al final debido a una estrechísima y expuesta arista que hay que recorrer.

Aquí tenéis unas cuantas fotos de la arista.








Como véis el buen tiempo brillaba por su ausencia. Viento, algo de nieve y mucho frío. Además había que andar esperando a que la gente pasase por los lugares mas expuestos y nos quedábamos helados.

Aquí tenéis lo poco que conseguimos retratar Manu y yo en la cima: Monte Rosa 4634m ¡prueba superada!



El descenso, si bien no tuvo nada de fácil, no es mas que hacer la subida al reves, así que no sacamos muchas fotos. llegamos al refugio un tanto fundidos, comimos algo a toda leche y salimos a escape para la estación del teleférico de Gornegrat.

En total nos salieron como 17h del tirón... desde que empezamos a caminar hasta que cogimos el tren de marras.

De aquí nos fuimos al Pollux pero eso os lo cuento en otro post.
Un saludo,
Mikel

ATENCION: Cuando vas de nuevo (y no tan nuevo) lo lógico es querer meterse con la furgo hasta la cocina y por tanto vas como un miura al camping de Tasch. Grave error. El camping no está parcelado, los servicios son bastante chapuceros y la ducha de agua caliente es de pago. Al bajarnos del Monte Rossa quisimos volver a entrar en este camping, pero estaba lleno. Preguntamos por el mas cercano y nos mandaron a Randa. Este camping tampoco está parcelado, no está precisamente llano (pero si tienes cuñas te apañas... nosotros no teníamos), pero los servicios son ideales, la ducha de agua caliente es gratis, tienen lavadora + secadora muy barata y el cuesta lo mismo que el de Tasch. Moraleja, la próxima vez vamos a Randa derechos. Otra cosa, si como nosotros vas con idea de estar varios días en altura, no compensa dejar la furgo siempre en camping. Es mejor entrar solo los días que vas a estar allí y el resto sacarla a uno de los múltipleas aparcamientos que hay por Tasch. Es mas barato.

Mikel_24

Agosto 25, 2008, 12:07:51 pm #2 Ultima modificación: Agosto 26, 2008, 23:16:54 pm por Mikel_24
Tras nuestro éxito en el Monte Rosa (o Dufourpitze, como prefiráis), nos decidimos por otro monte mas ligero que no mermase mucho nuestras fuerzas de cara a hacer algo mas jugoso en Chamonix.

Además necesitábamos mantenernos con la mente ocupada, porque la falta de sexo estaba haciendo estragos. Y para muestra un botón.


Nos decidimos por el Pollux. Un monte de 4092m que se sube y baja en el mismo día aprovechando los eficientísimos (y también carísimos, dicho sea de paso) teleféricos de Zermatt. En concreto cogimos el teleférico del Kleint Matterhorn (Pequeño Matterhorn) que te deja a poco mas de 3800m y viene a ser el mas alto de Europa. En realidad son tres, pero bueno. Nos salió unos 162€ las tres idas y vueltas.

Nos levantamos pronto, subimos hasta Zermatt en taxi a las 7 de la mañana y tras enlazar los tres teleféricos y atravesar un túnel excavado en la roca, nos calzamos los crampones para realizar la travesía glaciar que habría de dejarnos a los pies del Pollux.

Esto que se ve aquí es el Matterhorn (o Cervino, como gustéis). Icono suizo por excelencia y símbolo internacional del alpinismo. Perfectamente piramidal y accesible en mayor o menor medida por sus cuatro aristas es todos los años tristemente famoso por los accidentes en el acontecidos. Manu ya lo escaló hace siete años y no quería repetir esta temporada. La foto creo que la sacó Iñaki desde un puente en Zermatt (la única cámara decente).


Aquí una imagen de la travesía glaciar.


Este monte, si bien es un 4000 de los mas bajitos, tiene bastante miga. La ruta normal discurre por una arista de roca y requiere unos pasos un tanto comprometidos ayudado por una cadena. De tanto pasar, la roca está muy pulida y los arañazos de los crampones en la roca así lo atestiguan. En la cara norte había buena nieve y a mi me parecía una opción mucho mas rápida y segura. No dejaba de ser una pala que se ponía a 60 grados o mas, pero una pala al fin y al cabo. Además estaríamos solos. Manu e Iñaki preferían ir por la roca y al final tiramos por allí.

Para ir mas ligeros dejamos dos de las tres mochilas a pié del Pollux y metimos cuatro cosas en la mía (que es la que menos pesa en vacío).





Dos fotos del acceso a la arista por un corredor.


A punto de llegar a la zona rocosa de la arista.


Ya encaramados en la arista y dirigiéndonos hacia las placas que he comentado.


Manu de rojo arriba e Iñaki con chaleco justo encima mío (yo sacaba la foto), esperando a que la cordada guiada que nos precedía terminase de pasar por las dichosas placas. Esto es justo lo que quería evitar. Tener que andar esperando a la sombra a que dos cordadas guiadas que se movían bastante despacio desatascasen el cuello de botella.


Iñaki saliendo por arriba en el segundo tramo de cadena.


Y aquí estoy yo cagándome en todo y haciendo bien patente mi enfado por tener que andar esperando.


Finalmente pasamos esa sección de roca y pudimos continuar por la arista nevada.


Primero hasta la falsa cumbre donde está la Madonna. Y finalmente hasta la cumbre, donde no podía faltar la foto de rigor.


Foto de grupo para enseñar a la familia (este casco no me favorece mucho me parece a mi...).

De la manera mas estúpida, Iñaki y yo habíamos tenido un enfrentamiento verbal el día anterior que terminó con un A QUE NO HAY HUEVOS. Como bien sabréis los mayores accidentes y las mayores estupideces siempre ocurren después de que alguien pronuncie tan temida frase. Este es el resultado:

*imagen borrada por el servidor remoto
Como os podréis imaginar los suizos y suizas, franceses y francesas y demás alpinistas con quienes compartíamos cumbre... se estaban descojonando vivos.

A la hora de bajar Manu e Iñaki se dejaron convencer y atacamos la pala de nieve que habíamos visto en la subida.




Dos fotos de la bajada por la pala nevada.

Tras cruzar todo el glaciar de vuelta hasta la estación del teleférico y habida cuenta de que íbamos sobrados de tiempo, visitamos el museo de hielo (por llamarlo de alguna manera) que hay en la cumbre del Kleint Matterhorn. No dejan de ser unas galerías excavadas en el permafrost (o hielo perpetuo) existente en la cabecera del glaciar.

Prometo que Manu no se había comido nada raro...

La verdad es que me defraudó bastante. No estaba nada cuidado, nada vigilado, las figuras estaban bastante deterioradas por el paso de la gente (nada impide tocarlas, subirte a ellas o romperlas)... muy poco suizo en mi opinión.

Y aquí ilustramos el descanso de los guerreros...

¡Tripada interesante en el camping de Randa! Antes se me ha olvidado deciros que tras bajar del Monte Rosa no quedaba sitio en el camping de Tasch, así que nos fuimos al siguiente camping... el de Randa. Que cuesta lo mismo y está mejor porque las duchas de agua caliente son gratis. Que lo sepáis. Por cierto, la furgo de atrás era 4Motion.

Bueno, y con esto queda relatada la tercera etapa de nuestro viaje. La cuarta irá en un nuevo post cuando suba las imágenes a Imageshack.
Un saludo,
Mikel

EDITO: Defecto de forma.

syncroman

Mikel & cia:

IM-PRE-SIO-NAN-TE

¡Se me ponen los pelos como escarpias!

Enhorabuena por las ascensiones tan cojonudas y por compartir vuestra experiencia.

Nosotros estuvimos el año pasado por la zona, pero en plan más dominguero, íbamos con los crios y es preciosa, petada en agosto, pero preciosa.

Saludotes

j.mikel

Sois unos pedazos de craks, muy guapa tu cronica

JOSEDUCATO

Que envidia!!!  pero de la sana eh!!!
Muy guapa la "aventurilla"
SI LA GENTE FOLLASE MAS, JODERIA MENOS.                                                                         weinsberg carabus 601k

Mikel_24

Cita de: syncroman en Agosto 25, 2008, 12:32:44 pm
...Nosotros estuvimos el año pasado por la zona, pero en plan más dominguero, íbamos con los crios y es preciosa, petada en agosto, pero preciosa.


Aún me queda por relatar la última etapa. Ahí si que vais a disfrutar con las grietas de los glaciares... jejeje. Os aviso que desde dentro las cosas tienen otro color...

Alguna vez he pensado en subirme hasta allí con mi novia en un plan menos salvaje, pero se que me voy a desesperar. El mismo dilema que cuando me meto a bucear sin un fusil en las manos. Me arde la sangre cuando veo pasar una pieza bien gorda y no tengo con qué dispararle. Creo que por eso no he probado aún el buceo con botellas... Me pueden mi instinto depredador. En Alpes creo que me llevarían los demonios viendo montes, vías y alpinistas por todos lados mientras estoy comiéndome un helado en pantalones cortos sentado en una terraza de Chamonix.

Venga, un abrazo.
Mikel

Josse


Peyo

Muy buena cronica señores :) es de las que mas me han gustado en el foro.

Este año estuve por la zona solo turisteando y tirando de telefericos pero tomo referncia de vuestras andanzas para futuros deslices por Alpes.

Estoy esperando la proxima entrega.. .palmas

albert y anna

felicidades os habeis pasado unas vacaciones por todo lo alto, el reportage buenisimo, las fotos muy chulas y el sitio espectacular, salut y nos vemos en la mountany.

Mikel_24

Cuarta etapa....
Tras nuestra ascensión al Pollux nos volvimos cagando leches hasta Chamonix. Esta vez nos jugamos el tipo con el pase de las autopistas en Suiza y no lo sacamos pero... imagino que si vas a quedarte y moverte mucho por allí, lo lógico es sacarlo. Nosotros no circulamos mas de 4h (en total entre la ida y la vuelta) por las autopistas suizas y parecía un poco desorbitado pagar los 30€ que cuesta (40 francos) el pase anual. Por un comentario que he leido en la última crónica de Viano, parece que la multa puede ser interesante así que... avisados quedáis.

De vuelta en Chamonix instalamos nuestro campamento base en el aparcamiento de la escuela de escalada a la salida del pueblo. No calificaré el lugar de furgoperfecto porque la única fuente que hay queda bastante lejos del aparcamiento, no está asfaltado ni nivelado (yo no llevo cuñas) y el módulo de baños parece estar únicamente abierto durante el fin de semana. Hace dos años en lugar de el módulo de baños actual tenían un par de servicios portátiles que SI estaban disponibles 24/7. Por lo demás la ubicación es ideal ya que estas rodeado de arbolado, mesas de madera, un par de lagos y las vistas son de traca. Estas cenando mientras ves como las últimas luces del día tiñen de rojo la cumbre del Mont Blanc, Aguille du Midi, Dome de Gouter, etc. Estas engullendo un filete y discutiendo por qué arista le vas a entrar a la cima dentro de dos días. Increíble.


Esta foto está sacada desde Chamonix. Nosotros teníamos que llegar al espolón rocoso situado bajo el collado entre el Mont Blanc (cumbre a la izquierda de la foto) y el Dome de Gouter (cumbre a la derecha de la foto). Para llegar allí teníamos que hacer una travesía horizontal desde los bosques de la izquierda hasta el mencionado espolón atravesando el glaciar de Bossons.

Al día siguiente nos pasamos a primera hora de la mañana por la casa de la montaña de Chamonix. Da gusto ver tanta información condensada en el mismo sitio. Si vas allí y no sales con la información que necesitas es que eres un completo inútil. Nos atendió la misma mujer que hace dos años y además en castellano. Inmejorable. Allí nos informaron que la vía de los Grand Mulets estaba... cerrada. Bueno, apuntar que cuando alguien dice que una ruta glaciar está cerrada, no es que hayan bajado la cancela y haya un guarda prohibiéndote el paso. En absoluto. Simplemente se trata de que no hay una traza fácil de seguir para cruzar el glaciar, ni hay puentes instalados, ni banderas ni nada. Nos avisaron de que el glaciar estaba MUY abierto debido a las altas temperaturas, de que no era imposible cruzarlo siempre que se estuviese versado en navegar por ellos y se dominasen las técnicas de encordamiento y rescate en grietas (y yo delante... tiene huevos...). También nos comentaron que el guarda del refugio de los Grand Mulets se había bajado hacía cinco días dejando abierta únicamente la parte de invierno (16 plazas). Cuando le preguntamos si tendríamos problemas para dormir allí por falta de sitio... se descojonaron vivos. Mas bien nos dijeron que lo raro sería encontrarse con alguien.

Dicho y hecho. Al día siguiente nos levantamos a las 8 de la mañana y sin prisa desayunamos y preparamos las mochilas. La aproximación hasta allí se supone son entre 3 y 4h desde Plan de Aguilé (estación intermedia del teleférico que sube a la Aguille du Midi) así que teníamos tiempo de sobra.

Cogimos el teleférico junto con un montón de turistas y empezamos a caminar. Pronto les dejamos atrás y poco a poco nos fuimos acercando al glaciar.

Aquí unas instantáneas del recorrido.

Manu y yo preocupados por lo que se nos pudiera venir encima.


Cruzando riachuelos.


Iñaki jurando en hebreo tras meter la pata buscando el camino correcto y empaparse en la cascada.


El abajo firmante a puntito de entrar en el glaciar.

Cuando estábamos a punto de calzarnos los crampones, vimos a dos personajes que estaban saliendo de el. Venían desencordados y al llegar a nuestra altura Iñaki se puso a hablar con ellos (yo iba el último haciendo fotos). Llegué un poco tarde pero me contaron que pertenecían al equipo de rescate y que estaban buscando a un escalador solitario que según parecía se había caido en una grieta. No habían encontrado a nadie ni tampoco habían sido capaces de cruzar el glaciar hasta el refugio de los Grand Mulets. Manu e Iñaki no las tenían todas consigo pero tras haber estudiado el glaciar desde el teleférico yo seguía teniendo la esperanza de cruzarlo sin matarnos y en un horario prudencial. Para no dejar que se lo pensasen mucho poco menos que eché a correr y me fui alejando de ellos... jejeje.

Alguno pensará que es una imprudencia pero una de las (escasas) ventajas de los glaciares muy abiertos es que todo lo que pisas es hielo. Hielo que lleva ahí ni se sabe los años. No quedan puentes de nieve enclenques que se puedan caer, ni labios de grietas que vayan a ceder ni nada. Todo (o casi) es sólido.

Algunas instantáneas del glaciar de Bossons.

Nada mas entrar en el glaciar.


Manteniéndonos en las zonas cóncavas conseguimos evitar casi todas las grietas infranqueables.


Esta es la parte que mas nos costó cruzar. Nos tocó destrepar un poco al fondo de las grietas para encaramarnos por el otro lado. Aquí es el único momento en que echamos de menos un segundo piolet (solo llevábamos uno técnico por cabeza).

Tras cruzar la mayor parte del glaciar sin casi ganar altura, ahora nos tocaba subir hasta el refugio por unas palas de nieve/hielo que no me daban ninguna confianza. Ibamos saltando de mancha de hielo en mancha de hielo, evitando la nieve papa a toda costa. Aún así no nos libramos de tener que saltar alguna grieta. En estas estábamos cuando nos cruzamos con un alemán que bajaba SOLO del refugio de los Grand Mulets, solo con crampones, el piolet en la mochila y una mochila enorme. Tan enorme que tenía una bolsa con mas cosas en la mano. Carne de cañón. Estuvimos hablando un poco con el, le saqué el piolet de la mochila, se lo di y le dije que siguiese nuestras huellas por la gloria de su madre. Nunca supimos si llegó de una pieza a Chamonix.

Finalmente alcanzamos el final del glaciar y las cadenas que facilitan el acceso al refugio. Iñaki aquí se llevó un pequeño susto y donde yo me llevaría otro mas gordo al día siguiente...


Aquí estamos a punto de llegar al refugio. Imagino que estas cadenas y cables cobran todo su sentido cuando en invierno aparece verglas sobre las rocas.

Una vez allí comprobamos como efectivamente estábamos solos. No había nada de gas ni tampoco menaje para cocinar pero si un depósito de agua de aproximádamente 1 metro cúbico de capacidad al que le quedaban 5cm de agua en el fondo. Mas que de sobra para nuestras necesidades. Nos íbamos a ahorrar el tener que beber del glaciar y el engorro de andar fundiendo nieve.

Nuestro nidito de amor...


El WC... ¡un cagadero con vistas!


Aclimatando como Dios manda con la ayuda de la literatura de montaña (en francés... pero pa' lo que hay que leer...).


Una vez allí el protocolo a seguir es siempre el mismo: Comer, dormir, comer mas, dormir mas. Yo tengo muy mal sueño y prácticamente no pego ojo cuando estoy fuera de casa... así que me dediqué a estudiar la ruta y las diversas posibilidades.

Esta foto está tomada desde la puerta del refugio:

La cima que se ve al fondo es el Dome de Gouter. La vía normal de los Grand Mulets discurre por el glaciar en sombra a la izquerda y debajo del Dome de Gouter. En condicones normales no hay muchas grietas pero ahora si. Además estas siempre bajo la amenaza de los seracs y a ninguno de los tres nos seducía morir aplastados. En las guías sugieren ir "ligerito" por esa zona pero... ¿quien se puede permitir el lujo de ir ligerito por una vía que no conoces, de noche y sin huella? Yo no desde luego.

Cuando mis compañeros se levantaron a cenar tomamos dos decisiones. Primera, que por donde habíamos subido no volvíamos a bajar porque a el riesgo de aludes iba a ser alto, había muchas grietas y estando solos cualquier incidencia podía convertirse en algo gordo. Así que nos subiríamos con todo para bajar por Gouter. Segunda, que en lugar de seguir la vía normal de los Grand Mulets, tomaríamos la variante que recorre la arista norte del Dome de Gouter, evitando la amenaza de los seracs y confiando en no perdernos en un itinerario tan evidente. La arista a recorrer es la que se encuentra entre la ladera sombría y la soleada en la foto anterior. Siguendo esta línea deberíamos darnos de bruces con la vía normal que rodea el Dome de Gouter por  su vertiente norte.

Pusimos el despertador a media noche y a pesar de haber dejado todo práticamente preparado (Camelbacks llenos, etc) tardamos una hora y poco en arrancar. A la 1:20 estábamos a punto de entrar en el glaciar y encordándonos. Yo me até, preparé los nudos en la cuerda, dejé la gaza para Iñaki (que va en medio) y otra para Manu. Tras hacer eso y mientras Manu se ataba, recogí el sobrante de la cuerda en una madeja y se la metí a Manu en la mochila. No habiéndose atado Iñako todavía (craso error) me metí en el glaciar para ir tensando la cuerda. No llegué a dar ni cuatro pasos. No me había dado ni cuenta y estaba colgando de mis sobacos de los labios de una grieta (la rimalla) que estaba tapada por la nieve. Miraba hacia abajo y solo veía negrura... ¡vaya manera de empezar el día! Salí culebreando mientras Manu e Iñaki me miraban con cara de gilipollas... ¡gracias por colaborar, eh!

Después de este sustillo inicial empezamos a cruzar el glaciar. Había alguna huella vieja que no llevaba a ningun lado así que nos costó un rato llegar al otro lado. De noche y a la luz del frontal todo se hace mas engorroso.

Finalmente lo cruzamos y en poco tiempo nos encaramamos a la arista. Continuar encordados no tenía mucho sentido pero esporádicamente aparecían grietas así que optamos por seguir así conscientes de que un patinazo mal dado y nos íbamos todos al carajo. Para entonces el viento arreciaba con mucha fuerza y la visibilidad no era todo lo buena que cabría esperar.

Llegó un punto en que la arista se convirtió en una loma. Ya no había huellas que seguir y no se veía un carajo. En una de estas vimos gente que se nos aproximaba por la izquierda. Pensamos que estarían bajando ya del Mont Blanc pero... no. En realidad venían de Gouter. Lo que todavía no nos explicamos ninguno de los tres es como nos aparecieron por la izquierda cuando es evidente que tenían que habernos aparecido por la derecha.... La única explicación es que subimos al Dome de Gouter sin darnos cuenta y nos hicimos la picha un lío ahí arriba. El altímetro de Iñaki nos daba una altura correcta pero sin referencias estábamos un tanto vendidos.

Hacía muy mal tiempo. Viento, ventisca y frío. Decidimos continuar hasta el refugio Vallot y pensárnoslo.


Foto de la ascensión a punto de llegar a Vallot.


Vallot es un refugio de emergencia. Está construido en chapa íntegramente. Se accede por una escotilla en su parte inferior y tiene el interior desnudo salvo por el suelo, que está aislado con algún tipo de acolchado gomoso. Es frío y está lleno de basura y vómitos. Un error común es refugiarse allí cuando se sufre de mal de altura pensando en que se mitigarán los efectos, pero a 4300m no se mitiga nada. Hay que bajar hasta Gouter por lo menos.

Allí llegamos un tanto jodidos. Iñaki estaba cansado y renqueaba. A Manu le dolía una cadera y el mal tiempo le estaba haciendo la puñeta. Yo estaba prácticamente hipotérmico porque confiando en llevar un ritmo mas rápido había llevado poca ropa puesta (sudo mas que una puta en un confesionario en cuanto empiezo a andar). Tanto es así que nada mas llegar a Vallot, tiré la mochila, saqué ropa, me cambié de guantes y... para no dejar enfriar los que me quité, me los metí en el pecho para mantenerlos calientes. Me pegó un mareo que me costó 5 minutos con la cabeza entre las rodillas.

Comimos algo y tras recuperarnos un poco con toda la ropa puesta, evaluamos la situación. Iñaki se bajaba porque estaba chungo. Manu no quería hacer cumbre con mal tiempo... total... ya había estado allí arriba otras dos veces. Yo quería subir. De nuevo nos sonrió la suerte porque otra cordada española estaba en una situación parecida. El grueso del grupo quería bajarse mientras que uno quería subir. Hicimos un cambio de parejas rápido (somos un poco promiscuos en ese sentido) y jugando con los dos juegos de llaves de mi furgo Manu e Iñaki se bajaron mientras que yo tiré para arriba con mi nuevo compañero Sallane.

Como no podía ser de otra manera, esta vez también íbamos desencordados. Al poco notamos que otro escalador solitario nos seguía de cerca. Hablé con el (era polaco) y nos preguntó a ver si podía subir y bajar con nosotros, que no había estado nunca allí. Llevaba casi el mismo ritmo que nosotros, así que le dije que si, que iríamos juntos.


El viento era muy fuerte y se nos congelaba la ropa y las gafas de ventisca (las iba rascando con el guante). A esas alturas yo llevaba toda mi ropa puesta. A saber: camiseta interior larga, forro polar en powerstrech, chaqueta de reunión de Polarguard, chaqueta de Gore (bueno, del Decathlón), guantes gordos, buff de forro polar, gorro de forro polar y gafas de ventisca. En las piernas hace mucho tiempo que abandoné el GoreTex (muy rígido, ruidoso y demasiado impermeable) y llevaba unas mallas interiores finas y un pantalón Ternua de Schoeller (elástico y cortavientos). En los pies unas Vasque Super Alpinista y calcetines de expedición me mantuvieron calentito y cómodo todo el tiempo.

Desde Vallot nos costó como una hora y tres cuartos hacer cima recorriendo la arista de los Bosses. No había mucho que ver realmente. Hicimos las cuatro fotos de rigor y nos bajamos de la misma.


Esta foto la saqué para otro de los foros en los que participo (BladeForums, foro americano de cuchillería), así que perdonad el cartel. Como véis parecemos todos Copito de Nieve. Detras mío está el polaco. Fijaros en los guantes de lana con Thinsulate (los clásicos de mercería) que lleva puestos.

Durante la bajada el polaco se quedó un poco atrás. Le esperamos y al llegar vimos que traía un crampón en la mano. Se le había soltado y con las manos heladas no podía ceñir las correas para volvérselo a ajustar. Me quité los guantes y lo hice yo.

Una vez alcanzamos Vallot el tiempo había mejorado ligeramente. Nos quitamos ropa, comimos y empezamos a bajar. La nieve estaba un tanto pegajosa y mis crampones (unos 2F de Grivel con antizueco) me hacían un zueco de cojones, así que me bajé sin ellos hasta Gouter.


Esta señal está justo encima del refugio de Gouter. Esta vez no tuvimos espectáculo pero hace dos años, cuando bajaba con Manu, nos topamos con esto.




Ni mas ni menos que un rescate. El helicóptero no llegó siquiera a aterrizar. Increíble la pericia del piloto. Apenas apoyaron un patín, agarraron al herido por la pechera y lo metieron dentro de la cabina de un tirón.

Una vez en Gouter nos despedimos los tres y de ahí en adelante fuimos por nuestra cuenta. Bajé como un obus por el muro de Gouter y como estaba solo no tenía fotos. Os pongo una de Manu destrepando por allí (habían pasado como tres horas antes que yo).


Cuando llegué a la bolera no había nadie esperando, así que respiré hondo y pasé cagando leches. En el glaciar de Tete Rouge me sonó el teléfono. Era Iñaki para interesarse por mi y además decirme que me lo tomase con calma, que prisa la justa. Según me contó, faltando 300m  para llegar al tren que habría de bajarnos del Nide de Aguille, se había torcido un tobillo. Nuestra excursión había tocado a su fin.

De ahí para abajo no hay mucho que reseñar. Bajada hasta Nidí de Aguille, tren hasta la cabecera del teleférico que te baja a Les Houches y finalmente teleférico hasta abajo. Allí me estaba esperando Manu con la furgo para llevarme hasta un camping en Chamonix donde nos aseamos un poco y secamos el material.

Esa tarde nos la tomamos sabática por Chamonix con Iñaki cojeando. Al día siguiente madrugamos un poco, hicimos las compras de rigor y arrancamos hacia Bilbao. Pensábamos hacer noche por el camino e incluso quedarnos a dormir en Ossegor y darnos un chapuzón, pero al final nos pudieron las ganas de llegar a casa y nos metimos el viaje del tirón.

Así han sido las cosas y así se las hemos contado. Nos volvemos contentos pero con unos cuantos proyectos pendientes (Goulotte Chere al Tacul, Aguille Verte, etc). La excusa perfecta para volver en otra ocasión.

Espero que os hayan gustado las fotos aunque reconozco que pueden ser un poco monótonas para los no montañeros del foro. ¡Al menos reconoced el mérito de elegir estas fotos entre las 682 que tengo del viaje!

Un abrazo,
Mikel

Trencalòs


ooznak

por mi como si pones las 682  ;D

puff... menos mal que tengo la excusa de Pelusa para no subir a sitios tan .. tan ... tan ... altos?  .loco2

muy guapa la crónica montañera!  .palmas
... se trata no tanto de ver lo que aún nadie ha visto, sino de pensar lo que aún nadie ha pensado sobre aquello que todos ven ...


Palomares

Crónica espectacular! de otro montañero del foro.

El próximo día 18 hará 4 años que hice cima en el Mont-Blanc coincidiendo con el día de mi cumpleaños. Qué diferente se ve la cima entre el día que subistes y cuando lo hice yo, totalmente soleado. La ruta que yo seguí fue la normal que tu hiciste de bajada.
Para aclimatar como vosotros también nos decidimos por el Gran Paradiso, pero bien sea por la fecha (septiembre) o por el horario cruzamos el tunel (como bien dices caro de co**nes) sin tener que hacer cola.

A ver si encuentro alguna foto digna y la pongo por aquí.

Lo dicho ENHORABUENA por la actividad, por la crónica y porque todo salió bien.
Persigo la felicidad. Y la montaña responde a mi búsqueda (Chantal Maudit)

Mikel_24

Me alegro de que os hayan gustado las fotos. La verdad es que no hay ni media docena de la furgo, lo cual es un poco lamentable habida cuenta de que esto es un foro de furgos... pero bueno, pa' la próxima ya haré alguna de más para compensar.

Palomares,
Lo que comentas del Monta Blanc es totalmente cierto. Hacía un día lamentable... pero ya que estábamos allí... Además mínimo hasta el Dome de Gouter teníamos que subir, porque queríamos bajar por Gouter. La otra vez que pisé la cumbre del Mont Blanc (hace dos años) me comí un tiempo parecido, así que sigo sin poder opinar de las vistas desde la cima. A ver si a la tercera va la vencida y cuando le demos otra vez (por la Italiana o por la Innominata, no queda otra) nos hace mejor tiempo.

Para el año que viene se están planteando cosas bastante interesantes. El Aconcagua es una de ellas aunque nos chirría un poco toda la intendencia y logística necesaria para montar una expedición de ese calibre. Además por referencias cercanas hemos visto que no deja de ser una cuesta de vacas... muy alta... pero una cuesta de vacas al fin y al cabo. Bajarse al Atlas en Marruecos con la furgo es otra opción. Mas barato y menos complicado. En fin, ya veremos donde terminamos.

Un saludo,
Mikel